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Llegamos mi hija pequeña, mi madre y yo. Nos acercamos a una de las 4 mesas libres. Acerco 3 sillas cuando viene la camarera y de forma poco profesional me dice: ¿ has cogido sillas? Pues muy mal! Y las mesas no se separan! A lo que contesto: la mesa ya estaba aquí y pensé que podíamos sentarnos. Ella me contesta que para darme un mal servicio prefiere no hacerlo. Que hay muchísima gente esperando. (no había nadie de pie). Eso es un profesional se supone que trabaja cara el público. Deberían de cuidar mejor a los clientes que os dan de comer.
Pedimos unos gofres pues los anuncian como caseros y para nada. Claramente son de Mercadona porque los conozco bastante bien y aunque están buenos, al menos que no den gato por liebre, además de cobrarlos caros.
Para desayuno y pequeños almuerzos, fantástico, atienden bien i no es caro, también para meriendas, y en verano, los helados de categoría. Lo recomiendo.
Tienen una bueba carta de helados, cafes y horchata. La terraza está fenomenal pues estas tomandote algo y los niños pueden estar jugando en la alameda y los controlados.