L'atzucac

La comida nos gustó toda y además con productos de la tierra, pero hay que poner varias pegas (y me gusta cero ir de tiquismisquis).

Reservamos una mesa para 6 y una de nuestras amigas es celíaca y no pudo acudir porque previamente no le garantizaron que podía comer sin gluten. Con las prisas y siendo fallas rehicimos un poco plan.

Cuando llegamos al restaurante le dijimos al camarero-cocinero que éramos 5 y nos lo reprochó y, además nos dijo que tenía que cobrarnos mitad del menú, por no discutir le dijimos que nos lo pusiera entero y que lo pagábamos.

En primer lugar, uno tiene que ser consciente del servicio que ofrece. Hay muchísimos restaurantes en los que se garantiza que celíacos pueden comer.

En segundo lugar, sólo menú cerrado es una limitación, que ya sabíamos, pero lo cortés no quita lo valiente si queremos volver.

En tercer lugar, no se puede reprochar al cliente algo tan habitual como que se caiga alguien a última hora (no reservamos para 10 y vinimos 3). Además de que la ausencia estaba justificada y como consecuencia de un servicio que el restaurante no ofrece.

A partir de aquí, se pierde un concepto básico de la esencia de la hostelería que es que el cliente esté cómodo y con feeling.

En cuarto lugar, no nos importa que sea camarero-cocinero, pero da una sensación de precariedad que impide que un día venga más gente de la prevista y poder atenderles bien, ya es casi en interés del propio restaurante. También da bastante sensación de precariedad que sea tan grave que no venga una persona, así como que solo haya dos mesas un sábado de fallas. Llegamos los primeros a las 14.45 y si te descuidas comemos solos.

En quinto lugar, las raciones son algo escasas y eso que pedimos forzadamente un menú más. Si voy con amigos que tienen saque nos hubiéramos ido con hambre. Si pagas 25 más bebida (mínimo 30) no es para eso. Encima al ser menú cerrado pocas opciones te quedan que pedir más menús y gastarte más de 40 euros con poca variedad.

En sexto lugar, si uno es minimamente consciente de todo lo anterior y hemos dicho "sí bwana" a todo, se tiene un detalle de cortesía con los clientes como unos chupitos después de gastarnos 35 euros sin tomar café, no estar muy cómodo con el camarero-cocinero y habiendo querido comer más.

No voy a decir que no volveré porque el arròs de fessols y naps me gustó mucho y el resto de la comida también. Pero hay cosas que son de cajón que se deben mejorar para volver.

En definitiva, si un restaurante tiene unas limitaciones no soy yo quién para decirle que contrate un camarero, que tenga mayor variedad o que puedan comer celíacos, pero lo que debe es ser consciente y compensarlo de alguna manera, no haciendo todo lo contrario, que es reprochar y penalizar al cliente, que los hay impresentables, pero no creo que fuera nuestro caso.

Jaume es el chef además de camarero y amenazador de los platos explicando como están elaborados de una manera sencilla y agradable. Todo el menú es hecho con productos de la tierra y elaborados artesanalmwnte. Estancia muy muy agradable

Bonito lugar y bienvenida. El propietario nos explicó amablemente que según la aplicación no había menú a la carta, sino dos menús, uno de cuatro y otro de seis platos. El servicio fue excelente y los platos realmente deliciosos. De buenos italianos Apreciamos el café traído a la mesa con la cafetera.

Deliciosa la gamba amb bledes, suculentos los buñuelos de bacalao y estupenda la coca de dacsa. Postres muy sabrosos y Jaume un encanto

Toda la comida precocinada, de microondas o fría. El pan incomible. Una sola persona para cocina y sala. No sabe de vinos. Local casi vacio, 2 mesas a comer un sábado, no me extraña. No volveré.

Magnífico sitio para cenar de tapeo, con sabores tradicionales, y todo casero, pero con un aire vanguardista.
Tranquila y agradable terracita, en pleno barrio del Carmen y excelente atención por parte de Jaume y su equipo.
Volveremos, sin duda.

El calamar encebollado, la ensaladilla, el brownie con crema de albaricoque, y el resto de platos, buenísimos.

Variado, de temporada, producto fresco del mercado, innovador. Vale la pena acercarse.

Comida extremadamente decepcionante. Se nos presenta un menú escrito a mano con unos diez platos. Los precios varían entre 6 y 18 euros, así que nos llevamos una berenjena "algo" por 6 euros, unas gambas por 18 euros y unas albóndigas de cordero por 16 euros. Con eso creíamos que teníamos más que suficiente para dos adultos. La berenjena algo se viene. En un plato vemos una especie de patatas fritas recubiertas con 2 cucharadas de puré de berenjena. Estuvo mal. Sabía a quemado. Y obviamente un chip para partir en dos no supone mucha diferencia. Luego llegan 5 langostinos con un poco de salsa. De nuevo, hay muy poco para comer y las gambas son caras. Luego, como podrás adivinar, llegan 4 mini albóndigas sobre un tapete de 3 cucharadas de cuscús. Así que, habiendo pagado más de 20 euros por persona, nunca había salido de un restaurante con tanto malestar estomacal. Mi mujer me dijo que el locutor hacía de todo, camarero, cocinero. No me lo creía mucho, pero después de ver la comida, la verdad es que no necesitamos dos personas para este tipo de cocina. Tal vez pensó que era el jefe de un restaurante de tres estrellas, pero el restaurante en sí está lejos de ser tres estrellas, se puede comprobar haciendo una rápida visita a los baños. El restaurante estaba casi vacío (eso debería habernos alertado) y rápidamente entendimos por qué. Así que desde luego, una experiencia para olvidar muy rápido, no volvería a poner un pie allí, y os animo a hacer lo mismo.

Excelente trato y cocina superior. Muy recomendable. La costilla y el curasan de Almussafes espectacular. Tampoco os vayáis sin probar la coca de llanda y la crema de ron con orxata. Volveremos seguro.

Muy buena la comida. Y el trato muy bueno como si estuvieramos en casa. El café muy bueno y la tarta de manzana muy original y buenísima

Un trato excelente, super amable y que te hace sentir en casa. Una carta pequeña pero matona que es cambiante y se adapta según el mercado local y la inspiración del cocinero. ¡Volveremos segurísimo!

La comida muy buena, de mercado; el servicio: el propio dueño es el que sirve, el que cocina y el que todo.
Ambiente acogedor!

Una cocina de productos de proximidad y a la vez creativa. Cada tapa está elaborada con todo el mimo de Jaume que está continuamente innovando. Además el lugar es acogedor, auténtico y actual. Ideal para comer de tapeo con amigos, pocos o muchos, rodeado de obras de arte vanguardistas y especiales. Buenos vinos y unas cervezas primorosamente tiradas. Lo recomendamos sin dudar.

Sin lugar a dudas es un lugar muy acogedor, comida exquisita y el trato del personal inmejorable, ya que quién nos atendió, era a su vez cocinero y camarero. Un excelente trabajo y dedicación.

La comida bien. Aunque la carta es muy corta.
La bebida caliente y sin hielos.
El servicio lento y mal educado

Fuimos ayer mi pareja y yo a cenar y nos gusto mucho. Jaume, que es el propietario y cocinero, nos aconsejo fenomenal. Tiene una carta corta, pero cada plato esta muy bien seleccionado y va cambiandolos. El plus de todo, es que compra en los comercios de la zona, como el mercado central y los hornos de alrededores. Un lugar con un trato cercano donde volveremos sin duda.

Buena calidad de los alimentos, bien ejecutados, con imaginación y con un toque diferenciador en el servicio. Muy agradable.

Me sorprendió y mucho este local, un sitio genial, el equipo q lo lleva te mimara como si fuera tu madre, grandes recomendaciones. Es un lugar donde vas a disfrutar de la comida y la compañía, no tengas prisa, lo platos llegarán uno detrás de otro, nosotros lo pedimos todo para compartir y fue un gran acierto, disfrutamos muchísimo de la velada y de la atención del equipo del local.
Un gran acierto. Muy aconsejable

Reservamos aquí porque leímos un blog que lo recomendaba y, ciertamente, fue todo un descubrimiento. Jaume es un grandísimo profesional, encantador a la hora de atendernos desde el minuto uno. La elaboración de los platos la lleva con un cariño y dedicación que se nota en el paladar. ¡Ponemos un 5 porque no se puede un 10! ¡Ah! ¡Estamos deseando que haga frío para poder probar el allipebre!

Cocina tradicional de mercado. Todo un acierto para tapear o cenar. Sin lugar a dudas volveré a venir.

Carta escueta pero correcta, buena atención. Coca de dacsa muy buena y mollet mejorable, demasiado pesado.

Llegamos a este local por recomendación de un Blog y que tan buena decisión. Si buscáis un sitio tranquilo donde no tengáis tiempo límite para estar en el local y podáis cenar en un ambiente relajado este es el sitio.
Destacar que el servicio es de 10, ya que el cocinero y el camarero son el mismo y te explica cada uno de sus platos, además la comida estaba riquísima, cada uno de los platos tenía algo especial.

Hemos ido a comer unas amigas y yo. La verdad que el local es súper bonito y acogedor.
Nos han atendido con mucha amabilidad y de forma muy cercana.
La comida estaba toda muy buena. Para nosotras lo mejor han sido las croquetas (tanto de jamón como de gorgonzola), la ensaladilla rusa y los canelones.
Para mi, personalmente, es una cocina con mucho gusto, equilibrada en cuanto a sabor y sobre todo, te recuerda a los platos de siempre.

Estamos encantadas y volveremos sin dudarlo.
Jaume es un encanto y súper profesional!

Tenía muy buenas opiniones en la web y por eso nos decidimos a ir. No dudo que otras personas hayan tenido buenas experiencias, pero sinceramente, la nuestra no lo fue. Puedo entender que el lugar haya tenido un subidón de afluencia inesperado últimamente y que la cosa se haya desmadrado, pero si no vas a poder dar un buen servicio un domingo, no admitas reservas. Cosas concretas:
- Carta de tan solo 13 platos (eso ya lo sabíamos) de los cuales solo había disponibles 9.
- Toda la comida extremadamente sosa (algunos platos, como la croqueta de Gorgonzola totalmente insípidos).
- ensaladilla CALIENTE y con cuatro tiras de mojama minúsculas.
- tabla de quesos valencianos (buenísimos) pero rodeados de unos minitaquitos de membrillo minúsculos y de nueces rancias (no exagero, estaban rancias).
- tortita de dacsa con berenjena, albahaca, queso.etc. La tortita quemada, le berenjena totalmente sosa.solo sabía al queso.
Finalmente, ¿cómo es posible que acabes de abrir el local un domingo y los servicios estén TAN SUCIOS? Tal cual los de un pub a la hora del cierre. Absolutamente impresentable.
Creo que el lugar tiene potencial y quiero pensar que fue una cosa puntual pero repito lo dicho: si no vas a poder dar un buen servicio un día concreto, no abras.
Siento decir que no voy a volver a comprobar si las opiniones tan buenas que hay en la web eran fundadas.

La comida buena, sobretodo las tapas. Pero el plato principal escaso. Me quedé con hambre y no soy de comer mucho.

Carte simple mais produits vraiment frais, accueil exceptionnel et dynamique, le fromage est très bon. On mangé équilibré et c est parfait. Je recommande à 150 poucets cet endroit

Un sitio de 10. Tiene una carta reducida pero con cada plato trabajado al detalle. Nos atendió el mismo cocinero y la atención fue exquisita, nos explicó la carta y la elaboración de los distintos platos. El sitio además es perfecto, un local en pleno centro del Carmen pero con muchísima tranquilidad e intimidad. La terraza otro punto a favor. Volveremos seguro.

Lo encontré de casualidad una noche que salía con un amigo, y ya he ido varias veces, tapas ricas tradicionales con un toque vanguardista. Tiene una pequeña terracita en donde puedes ir con perros.

La terraza es agradable, el camarero y cocinero no, y la comida menos.

Fuimos a tomarnos unas cervezas y decidimos picar algo. Pedimos unas croquetas de jamón y gorgonzola, verduras con salsa de queso y un mollete Almussafes para cada uno.

La croqueta de jamón me gustó, la de gorgonzola sin sabor, insípida para mi gusto.

Las verduras nada recomendables, vinieron muy duras y la salsa de queso era muy grumosa y con sabor a concentrado.

El mollete Almussafes, un plato normal y sin mucho gusto, y menos por los 10€ que cobraron. Un mollete de Almussafes no vale 10€ lo mires por donde lo mires, y menos el que nos sirvieron: ni estaba bueno ni es tan grande para justificar el precio.

Actitud bastante desagradable y precios caros para la comida que sirvieron.

Para postre el camarero nos puso problemas para pagar de forma separada con tarjeta.

Las sardinas, llegaron primero crudas luego sosas y resultaba ser un mazacote de rebozado dulce con una carte pastosa de sardina. Creo que las descongelaron mal y salieron mal 2 veces. Eso si, el platito, lo cobraron entero

Buena comida, terraza ideal y genial atención, ¿qué más se le puede pedir? La carta es corta pero todo está realmente delicioso. El sitio, tanto dentro como en terraza, es bastante agradable y está cuidado. Recomiendo terraza en los meses de verano, para vivir la experiencia auténtica del Atzucac ;). Respecto a la atención, el chico es muy agradable y profesional. Algo de ayuda le vendría bien, pero la realidad es que se multiplica y ofrece un servicio adecuado. En resumen, buena relación califad-precio y dedo arriba para l'Aztucac!

First day to Valencia with no idea where to eat and suddenly this pure local with the taste of Mediterranean restaurant accidental appears in front of us and made our evening unique!
The food was delicious and the service- preparation was one of the kind!

Some of the best tapas in El Carmen, super cool owner as well - Jaume you're the best