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Ha sido una experiencia subjime en gastronomia un entrante divino sobrasada con panal de miel unas gambas rojas de denia increible y un cabrito que se desacia en la boca se notaba el cariño en los platos un 10 en todo volvere
No me gustó, tardaron 45 minutos en sacar una ensalada de tomates con unos detalles de capellá. Muy insuficiente, sino te atiborras del pan q te sacan, a penas cenas, otro detalle que no me gustó, es q le pedimos a la camarera que nos dejara la botella de aceite, nos dijo que no, INCREIBLE. No volveré, cena normalita precio de oro.
CONTESTACIÓN A LA RESPUESTA DEL RESTAURANTE: 1. - No llegamos a las 20: 14, de ninguna manera. 2. - Salimos de allí a las 11 y pico de la noche. 3. - La aceitera no se sirvió, la camarera puso lo que consideró en cada uno de los platos y cuando le pedimos de nuevo, NOS DIJO QUE NO, INCREIBLE.
Cena para 7. Nada más entrar percibes algo diferente en el ambiente. Y según entras te das cuenta de que la frialdad del sitio se combina con la amplitud y la poca decoración. Local moderno con solo 3 grandes mesas, muy separadas entre ellas, con una barra de bar todo a lo largo del local. Miquel me llamó el día de antes para decirme que si queríamos alguno de los menús que se lo teníamos que decir antes. Muy agradable y atento. Me envió la carta por WhatsApp en un enlace y nos dimos cuenta de que para una cena con ir a la carta sería suficiente.
En el rte había solo 3 personas: Miquel Ballester, un cocinero y la camarera de sala. Nada más llegar te ponen un plato de manises…. Luego pedimos tres pescados para compartir: Cabracho (630 gramos), Besugo (650 grs) y raya 600 grs) que se quedó algo corto para 7 personas.
De primero pedimos unas berenjenas con sobrasada negra de cerdos criados en la zona muy buenas. La sobrasada estaba muy buena. Nos pusieron miel de panal para acompañarla y era una mezcla muy extraña pero muy buena.
Nos pusieron un pan de masa madre con pipas y romero en forma de bollo ya cortado que rociaron, generosamente, de un aceite de oliva de la zona. La mezcla resultaba muy agradable y la miga como pan de bollo suave, pero con personalidad. Un acierto de Miquel.
Nos pusieron tres bollos y al terminar la cena solo quedó un trozo sin catar. También pedimos unas raciones de sobrasada negra que me hubiera comido los 12 trozos. Eran 12 raciones individuales que si te gusta la buena sobrasada te va a parecer poco, muy poco. La mezcla con el pan era muy buena.
Los pescados estaban muy buenos, muy bien hechos. Jugosos y perfectos de punto. Con unas cebollitas glaseadas minúsculas que acertaban y potenciaban el sabor del pescado de manera brillante. El pescado, la sobrasada y el pan son las tres razones para desplazarte al rte.mare en Benidoleig.
También pedimos unos calamares del que solo le quedaban dos que incluyeron con cebollitas glaseadas que eran la antesala de los pescados. Muy buenos.
Nos dieron unos brotes de lechuga que cultivan ellos dentro del restaurante. Muy buenas, pero algo mas fuertes que las habituales.
En el tema de vinos es donde hay muchas referencias en general pero poca profundidad de opciones. Aunque si tenían el “Que bonito cacareaba” (Bodega Contador) Blanco que nos lo terminamos en la primera copa. ¡Este vino fue un éxito y como es la vida! … yo pidiendo un vino blanco y quedando como un experto de vinos… madre mía! Cuando se acabó el blanco viramos a tierras del Duero con un tradicional Malleolus (Emilio Moro) que estaba muy rico; no defrauda nunca y se dejó beber. Como cierre pedimos un vino que no había probado nunca y que por su ficha en vivino era de las pocas referencias fiables: Grano a Grano Tempranillo. (Rioja) de Bodegas Abel Mendoza. Estaba bueno, pero sin fuerza. Una vez que catas un TP 5º Año ya no hay vuelta atrás. Jajajaj En el tema de postres pedimos un cuenco de helado de limón con higo y una tartita de calabaza y chocolate con manzanas del valle de la gallinera que, para mi gusto, le faltaba azúcar Luego nos dieron unas lasquitas de turrón de jijona super ricas Y ahora viene la crítica que deben corregir y que es fácil hacerlo: El servicio en sala es algo lento y la chica, que es muy amable, no da abasto para atender las mesas. En fin, un sitio al que hay que ir sin prisas a disfrutar sabiendo que el pescado, la sobrasada y el pan están por encima de la media. 100€ por persona.
Quizá con menú cerrado funcionen, pero nuestra experiencia a la carta fue lamentable: Se confunde la categoría con la presunción; la calidad, con el precio. Salvo en la cuidada decoración, la propuesta no se sostiene. El producto, bueno, pero no se aprovecha: Falta esencia. Falta cocina. Falta profesionalidad. Y falta mucha, mucha educación. Cuando un profesional se cree su propuesta, agradece las sugerencias sin sentirse atacado. Y una se siente realmente estafada, no tanto al comprobar que no se justifica el precio (60€), sino al descubrir que, tras tanta supuesta exquisitez, no hay más que una decepcionante grosería. ¡No volveremos más!
Restaurante en Benidoleig. Local nuevo con encanto, en cuanto a la comida son menús cerrados de diferentes precios. Escogimos el menú de 38€, con dos entrantes, arroz y postre. Buena calidad del producto, los arroces de pularda y el de sepia, ambos con mucho sabor. El pan que te ponen con aceite muy bueno. Recomendable.
La elegancia, profesionalidad y clase brillan por su ausencia en Mare. El autor, en consonancia. La educación, el respeto y la tolerancia a la crítica SIEMPRE deberían acompañar a una cocina de calidad. Una pequeña mancha en el escenario de la gastronomía de La Marina Alta. Sin duda, no repetiremos.
Wir haben hier einen perfekten Nachmittag verbracht und können das Restaurant nur wärmstens empfehlen. Es fühlt sich beinahe an, als wäre man zu Gast zuhause bei einem Top-Koch. Tolle und regionale Zutaten und Weine, 1-A Service und absolut angemessene Preise. Wir kommen sicher wieder!
Restaurante con mucha tradición, donde el producto es el auténtico protagonista, destaca un local muy depurado, la fabulosa atención de principio a fin y la ubicación en un precioso entorno como es La Marina Alta.
Como siempre hacemos, nos dejamos aconsejar por el chef Miquel Gilabert y no pudimos tomar mejor decisión. Tras unas deliciosas entradas como fueron el “Calamar y Alcachofa ” y “Gamba amb Bleda” pasamos a disfrutar de uno de los mejores arroces marineros que hayamos probado con mucha concentración de sabor y excelente terminación “Arroz con Pulpito”.
Nunca nos vamos sin degustar un buen postre y nuestra elección fue “Licuado de zanahoria con helado de Arrop i Tallaetes”.
Nos quedamos con ganas de probar el resto de la carta por lo que en breve volveremos.
Enhorabuena por el proyecto, grande Miquel Gilabert.
Disfrutamos mucho de la velada en Mare, la verdad que tanto el trato como el producto es formidable. Toda la comida estaba deliciosa, resaltando el arroz que tenia una base de caldo con mucho sabor, destacando que esta hecho con sarmiento. En general lo recomendamos y seguro que volveremos pronto.
Me encanta este lugar. Ambiente familiar con cocina de producto, con un toque moderno pero siempre cuidando el producto y tradición de la zona. MUY recomendable
Fantastic experience. Very creative menu and a great composition of the menu with a good juxtaposition of flavors in the dish sequence of the menu. We loved the way they serve and prepare the whole monk fish split into all separate differently flavored fish parts.
Very good wine list and incredible service and ambience.
If you like good food don’t miss this place it ranks in the top 10 restaurants I have been too.
For those of us that live in the region it’s blessing to have such a restaurant in our backyard.
Una muy buena experiencia en el restaurante Mare. Por cada plato, el cocinero brinda una detallada explicación. Sabores deliciosos y combinaciones diferentes y buenísimas. La sobrasada con el panel de miel es fenomenal, el pastelito de calabaza también!
Me ha encantado el trato y el ambiente, una experiencia muy agradable.
La visita a “Mare" de suculent Guilabert no cubre las expectativas que tenia sobre el cocinero y su restaurante. Por un error entre la central de reservas y su pagina web tomamos un menú Teresa superior al deseado. Falta información al realizar la reserva cuando eliges el menú y su coste. En la notificación de confirmación por email, viene indicado todo los detalles de reserva menos el menú que se elige y su coste. Creo que esta falta de información debería de ser corregida. En el restaurante “Mare” se nota que hay detrás un buen proyecto de interiorismo, cuidando los detalles (se escucha música desde un disco de vinilo!), pero la primera impresión cuando entramos al restaurante, es una sala vacía con 4 mesas mal puesta que poco conectan con el territorio, lo tradicional y la herencia culinaria de las madres (como nos cuenta en su web), un espacio demasiado desangelado y vacío. Y si es cierto el producto es de muy buena calidad, cocinado con mucho cariño y un buen hacer, pero en un menú degustación de este nivel no se puede plantear, en la gran mayoría de los platos, al centro de mesa para compartir. Con raciones más reducidas que muestra en sus redes. El trato es correcto, amables, presentando el producto sus platos, pero al finalizar de la comida preguntamos por Gilabert y resulta que se ha marchado ¡sin decir adios. Solo estaba nuestra mesa, hay que ser atentos hasta el final. Gracias por el trabajo que realizas y que mis palabras se han una critica construtiva.
Excel•lent tracte i atenció. Des del primer pas fins a l'últim et trobes com a casa. Fil conductor amb producte de qualitat i proximitat, elaborat amb cura, aconsegueix un resultat genial. Hem gaudit moltíssim. Un encert, ha estat fantàstic. Moltes gràcies a l'equip!
Buena cocina bien elaborado buenos productos y con un precio elevado no compatible, si se quiere estar a ese nivel, con las manos del camarero, con un mantel ridículo de bareto, una confusión en su carta respecto al orden y numeración diferente a las reservas y un local un poco faltó de decoración.
Toda la comida muy bien eleborado con una perfecta presentacion y el trato d explicarte cada plato perfectisimo porqe al haber las mesas justas para estar tranquilo y sin agobios es un detalle perfecto me encanto lo recomiendo
Ha sido una experiencia buenísima. Todo sin excepción estaba muy bien elaborado y las materias primas increíbles. Los sepionets con guisantes lagrima una delicia. Las alcachofas inmejorables. Las gambas en su punto. Todo riquísimo. Nos ha faltado en la carta de vinos, algún Ribera de Duero y algún Rioja más.
Mare de Suculent Gilabert és com Miquel diu, producre i proximitat, però jo afegiria tracte, estima, i bon gust. Es més que un local ben dissenyat, et sents i et fan sentir especial.
Una experiencia espectacular Además de comer productos muy nobles y de primerísima calidad. Te sientes arropado en todo momento por todo el equipo de sala y cocina. En cuanto a la elaboración, basta con ver las fotos de la web para saber de que hablamos La carta de vinos sencilla pero muy original Un 10
La mejor forma de arruinar una cena con amigos. Mucho autobombo pero nada del otro mundo. Buen local, pero mal concepto. Triste que el cocinero, autoproclamado como estrella, ni siquiera acepte una crítica constructiva, soberbio, prepotente y maleducado. Hasta nunca, no volveremos ni locos
Delicioso. Servicio excelente. Comida magnífica. Medidas higiénicas y de distanciamiento perfectas. Muy buena relación calidad precio si no te pasas con el vino. Una apuesta seria por la gastronomía de calidad. Recomendable 100%.
La comida excepcional, muy buena. No falta detalle. El menú fue realmente suficiente. La paella creo que de las mejores que he tomado. La decoración es muy bonita, muy bien realizada. El servicio en cambio es bastante a mejorar, aunque atento y con ganas de hacerlo bien.
Espectacular y con un precio estupendo! Fuimos recomendados y desde muy lejos pero vale la pena. Servicio, espacio y comida excelentes. Repetiremos y si te lo estás pensando, no lo dudes ni un minuto.