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Reservé un viaje para mí y 2 niños con un guía de habla inglesa. Nadie en el barco hablaba inglés. Fue un recorrido sin guía, sin información alguna. El boleto electrónico no se escaneó, nos enviaron a la oficina . el personal es muy grosero, simplemente no se preocupa por usted. Al ser los últimos en el bote, no pudimos conseguir un asiento a la sombra, lo cual fue difícil para los niños. El barco estaba abarrotado, un montón de chicas jóvenes españolas gritando, bailando, gritando, la música a todo volumen en los altavoces. La barbacoa estaba muy desorganizada. No lo recomiendo, no es un viaje familiar.
No merece la pena pagar 80€ para ver el Castell de L’Olla desde este catamarán. No sé si fue por el cambio de capitán a mitad de trayecto por indisposición, pero el catamarán se situó demasiado lejos de las plataformas a pesar de habérsenos comunicado al principio de la travesía que íbamos a estar más cerca, de hecho el otro barco de Mundo Marino estaba más cerca de los fuegos artificiales que nosotros. El capitán substituto era un chico joven guapo que era borde y maleducado, un cero a la izquierda no apto para trabajar cara al público. El precio de las bebidas fuera de la hora de barra libre en la que solo se servía cerveza y sangria es desorbitado, mojitos aguados a 9 euros. Los fuegos desde la playa de L’Olla se ven muchísimo mejor, mucho más espectaculares que desde este barco. Además, en la entrada ponía que era una actividad para mayores de 18 años y había al menos un niño abordo. No repetiré, no merece la pena el dinero. Muy decepcionada con esta actividad. El más simpático, el DJ, que animó la velada del único grupo de personas que bailaba, que era el nuestro…