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Una y no más. Decidimos los compañeros de la empresa ir a jugar por cercanía y no volveremos. Las pistas están para darles un repaso pero lo pero de todo fue el trato. Empezamos a nuestra hora, cosa correcta, pero cuando pasaban 2 minutos de nuestra hora de repente se apagaron las luces. Habéis oído bien, 2 minutos, sin nadie más esperando y con el resto de pistas llenas. Recalcar que no somos de los que se puedan tirar media hora sino hay nadie, pero si no hay nadie esperando terminar el juego en el que estemos.
Pistas poco cuidadas y carisimas. 20 euros por hora sin luz y las esquinas de la pista llenas de matojos. Y además, para acceder a la pista colindante tienen que cruzar la tuya en mitad de la partida