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Pésima residencia. Trabajadores explotados. Horarios que no son legales. Deben muchísimas horas. No sé como sigue en pie esa residencia. Lavado de cara ante familiares.
Hemos estado unas semanas con mi padre y hemos tenido que trasladarnos despues a otra mas cercana al domicilio y lo cierto es que la echamos mucho de menos. Trato cariñosisimo, amable y paciente de todo el personal. La familia continuamente informada de todo y un trato cercano y educado siempre. Muy profesionales. Una pena no vivir mas cerca para poder haber seguido. 101% recomendable.
Pésimo trato al personal, explotados y encima mal tratados. No dejéis a vuestros familiares allí, por experiencia. No es oro todo lo que reluce! Mucho cuidado.
Hemos tenido ingresado a mi marido 5 años. El personal un 10, aunque muy escaso, explotados Comida pésima Trato inhumano por parte de la directora. Todavía sedado en el hospital vaciaron su habitación y lo pusieron en cajas. Lo recogimos en la lavandería sin poder entrar en la habitación a recogerlo nosotros y despedirnos. Teniendo el mes pagado y todavía con vida
Horrible, personal muy muy escaso, los ancianos no reciben el trato que merecen. El sitio deja muchísimo que desear. Al personal que trabaja allí se les trata fatal, con la cultura del miedo (estado del terror constante), para que no cuestionen nada. El lugar deja mucho que desear, mantenimiento de las instalaciones deficiente o prácticamente inexistente. Por último la comida se lleva la peor parte no es adaptada para nada al tipo de residente, muchas actividades aparentemente lúdicas y luego siempre terminan haciendo lo mismo. Enrique López Pecharromán te doy la razón en cuanto a tu opinión muy acertada sobre el lugar
Horrible todo, personal escaso, entonces los ancianos no reciben el trato que merecen. El sitio es carisimo y suben la cuota a la mínima que ven que los pobres residentes pierden la movilidad. Al personal que trabaja allí se les trata fatal, con la cultura del miedo, para que no cuestionen nada. El lugar deja mucho que desear, mantenimiento de las instalaciones deficiente. Por último la comida que se da, no está a la altura de la cuota que pagan los usuarios, la cual es carisima.