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Cantidad abundante y de poca calidad. Muchos entrantes ya estaban en la mesa, las alcachofas que trajeron estaban frías, la salsa de las almejas no nos gustó, el marisco no estaba muy allá, el café malísimo, y encima cuando aún no has terminado de comer se pone un tío a cantar con el órgano y ya se hace imposible mantener una conversación a gusto. No lo recomiendo nada.
La comida muy abundante. El servicio muy amable y el dueño muy atento. El precio, para lo que comimos, muy bien. Al ser un sitio muy grande con mucha gente, había mucho jaleo pero de buen rollo (nada de escándalo de 4 gritones). El no ponerle el cinco es por la calidad de la comida que, pienso, es muy mejorable.
Me he caído de boca abajo todo lo larga que soy. He tropezado con un desnivel al salir del pasillo y cerca del servicio de señoras. Está muy peligroso. Es muy poca la diferencia pero suficiente para tropezar y caerse cualquiera. Me duele el hombro bastante Espero que lo arreglen.he hablado con el responsable de este restaurante Un rato más tarde he visto como tropezaba un señor y fue hablar con el responsable.
Los camareros más lentos que un caracol no te atienden, la comida no sale a tiempo, no ponen la comida que hay en el menú, la comida relación calidad pésima para el precio que tiene no volveré jamás sin duda
Hemos comido cinco personas uno de los menús especiales de día festivo. Dos platos de una gran variedad de entrantes: pan torrado con tomate, alioli y jamón, tabla de quesos, almejitas marinera, alcachofas plancha, ensalada abundante de salmón ahumado con tomate y aceitunas partidas. Luego dos bandejas enormes de mariscada fresca con nécoras, gamba blanca y roja, cuerpos y patas de cangrejo, quisquillas, langostinos y cigalas. También a elegir el plato individual, nosotros hemos pedido carrillera, sepia, y gallineta, pero habían otros entre pescados y carnes. No ha faltado un vino rioja de categoría Ramón Bilbao, cervezas con y sin alcohol y por supuesto agua mineral. De postre tartas variadas caseras, café o infusión y copas de licor, brandi o whiski. En cuanto al servicio, siempre hemos estado atendidos espléndidamente por distintos camareros-as. Un restaurante con música en directo y sala de baile. Este menú tenía un precio de 35 euros por comensalcon todo lo mencionado incluido. Calidad precio muy bien. Si lo visitas no te arrepentirás. Abundsnte aparcamiento. Un restaurante de categoria.
Trato genial, comida buena y casera, croquetas excelentes, postres muy buenos y no es caro, solo me fastidia que siempre que voy no quedan o no han hecho brasas, pero no es nada grave. Lo recomiendo.
Una estrella y porque no puedo poner menos. Las sillas pegajosas y los vasos olían mal. Nuestra idea era ir a comer menú pero el hombre se empeñó en sacarnos varios platos. El marisco malísimo. Las gambas se deshacían y los mejillones olían mal. Tuve que tirarlos de la boca. La sepia… Jamás he comido una sepia tan mala y chiclosa. Se notaba que tenía tiempo. Las carnes y las patatas tenían pase. Los postres insípidos. Finalmente pedimos la cuenta y nos clavan de 3 personas 75€. 75€ y no hemos comido nada. Productos de bajísima calidad.
El salón es feo feisimo, para reformar entero. En el bar, mientras hacíamos tiempo para una celebración, ni nos atendieron, ni nos miraron, y eso que no había gente. Nada agradables. Los calamares parecían chicles. No tengo nada positivo que decir. No voy a gastar mi dinero allí habiendo tanto donde elegir. Pero para gustos los colores, he leído buenas opiniones, yo doy la mía.