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Una ruta muy recomendable, la realizas en dos horas, el final es algo más complicado pero si eres una persona con un estado de forma saludable no tendrás problemas
Es la segunda vez que la hago y es una ruta sencilla y preciosa, vas todo el rato viendo el mar y recomiendo hacerla entre primavera y otoño, puesto que yo la hice en verano y lo pasé un poco mal con el calor. Ideal para ir con perros y niños/as
¡Guauuuu! Espectacular! Encuentras una "paleta de colores" diversa: mar, prados, roca, arbolado, aromas, vida animal. Y si Carlos lo cuenta de esa forma tan apasionada y pedagógica, es un verdadero placer para los sentidos!
Para empezar, recomiendo comprar el parking con antelación ya que la ruta es concurrida y algunos días se puede llenar mucho. Mejor prevenir que curar. Es una ruta hermosa, pero en verano se hace un poco pesada por la cuesta que hay para bajar a la Cala Llebeig al final del sendero. El lugar en si es alucinante, sin embargo, cuando fui estaba lleno de motos de agua que rompían un poco la estética y el ambiente. Cabe destacar que la cala a la que se llega es de rocas y puede llegar a ser incómoda y el sol molesto si se está mucho tiempo porque desde de la mañana hasta la tarde no hay sombra, así que o traes sombrilla o puedes quemarte muy fácilmente. También es importante destacar que se debería llevar al menso 1,5 litros por persona si haces la ruta en verano. Finalmente, no recomendaría la ruta para niños pequeños porque hay un gran desnivel y porque no hay muros, barrandillas o vallas de seguridad y dado que estas en un acantilado puede llegar a ser peligroso si no estás dispuesto a tenerlos de la mano o llevarlos a upa.
Bien cierto que no es una ruta de gran dificultad. Las vistas valen la pena dado que el recorrido se realiza por los propios acantilados a una altura de entre 30 y 50 metros sobrw el mar. El acceso esta correctamente señalizado habiendo habilitado un mirador con bancos e información cartográfica de la ruta. Ha tener en cuenta que la estrechez de la senda junto a la falta de vallas de seguridad hacen que algunos tramos tengamos que extremar las precauciones sobre todo si vamos con menores. Tambien hay que tener en cuenta la hora en que iniciamos la ruta, si la iniciamos antes de las 14h nos encontraremos con la sorpresa de que no hay sombra donde cobijarnos, así que en verano mejor hacerla por la tarde. Son escasos 6 kilómetros de ida y vuelta de senda escarpada, no es una ruta circular y lo peor es la bajada y posterior subida del final. Lo mejor, la llegada a una cala muy poco concurrida en pleno entorno natural.