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La comida buena y el servicio bastante bien aunque demasiado lento. Desde que nos hemos sentado hasta que nos han pedido solo las bebidas han pasado 50 minutos de reloj y luego otros 20 más para venir a tomarnos la cena. L@s camarer@s muy amables pero los fines de semana haría falta alguien más para que puedan ir más desahogados
El servicio ha bajado bastante, en el tema cenas pues bien, siempre son 2 platos de carne, o 2 de pescado, a elegir uno de ellos, con bebida pan y postre o café. Este finde fuimos y la atención fatal, las camareras las llamabas y se hacían las locas, por qué oír, te oían, las llamabas estando a tu lado y pasaban de ti, en el momento del postre les pedimos un café que nunca llegó, me lo tuve que tomar arriba, y me dejaron con las ganas del gintonic de después de la cena, en fin, con este servicio no dan ganas de volver, otro fallo es que dejan entrar a cualquiera, y estas jugando al bingo tradicional y no se callan, le puedes decir mil veces a los de sala que les digan algo para que se calle y te toca salir discutiendo antes de que los callen o los hechen, lo mejor del sitio, pues eso, la cena, nada más, y si lo comparas con el servicio pues mejor quedarse en casa.