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Visitado dos veces. Una vez, al final de Covid, todavía estaba cerrado a los visitantes. El otro justo fuera del horario de apertura. ¿A la tercera va la vencida?
Impactante y emocionante, muchos edificios que ya no son utilizados que dan al lugar a una imagen algo fantasmagórica. El principal sigue albergando a personas.
A parte de albergar una fundación y una residencia es un sitio espectacular en plena naturaleza y llena de sendas para excursionistas atrevidos. Rodeada por un muro de piedras de más de un metro de altura para que los enfermos de lepra no escapasen. Gran parte de ella se conserva aún.
La antigua leproseria tiene el terrible encanto de su historia ahora en decadencia; uno se imagina todo la carga emocional de todas las instalaciones, y ahora perfecta para una película gore. No olvidar y respeto a todos los dramas del pasado.
El sanatorio de Fontilles, en la Vall de Laguar, compone los pueblos de de Campell, Freix en este está el ayuntamiento del valle, y Benimaurell. Es un valle muy bonito y Fontilles es es una lugar muy tranquilo, con varios edificios y arboles. Para hacer fotos no es recomendable ir cuando las quemas, en los meses febrero y marzo. Fue fundado por un abogado D. Joaquín Ballester LLoret y un jesuitas D. Carlos Ferrís Vila. Este sanatorio fue construido para albergar a los leprosos abrió las puertas en 1902- 1906. Aquí acobijo a los enfermos de esta patología. Así que formaron un pequeño pueblo, con el inconveniente y quejas, de las gentes de los pueblos cercanos, entonces construyeron un muro a su alrededor para aislar a los enfermos, y así las gentes estuvieran más tranquilos. Estos apartados de sus gentes, trabajaran la huerta, fabricaban su propio pan, y ejercía sus oficios, criaban animales de granja entre otros trabajos de oficios diferentes. Haciéndoles la vida más fácil. Fue uno de los mejores por no c¡decir el mejor hospital del mundo en este tipo de patologías y cuidados.
Es un lugar donde sientes mucha Paz. El viento que baja por el desfiladero, entre las montañas que rodean y flanquean la entrada del sanatorio acariciando toda la pinaresca, te susurra al oído viejas historias de sufrimiento y olvido. Esas almas que un día habitaron éste lugar guardan celosamente este Santuario, conservando ese magnetismo y esa magia, como si no hubiera pasado el tiempo para él.
Un bonito viaje entre montañas para verlo. En su día cumplió con su cometido, ahora está un poco dejado. Sería estupendo lo arreglaran y pudieran convertir en otra cosa que no sea Sanatorio. Sitio estupendo de senderismo.
Me gustaría hacer una aclaración, y es que Fontilles no es la única y última leproseria de Europa, tal y como afirman en todas la publicaciones. Buscar la ciudad Tichilesti, cerca de la Delta del Danubio, en Rumanía. Ahí existe otra leproseria activa, olvidada del mundo.
Un sitio magnífico: aseos cada 20 metros, te explican todo muy bien, es muy bonito, unas vistas espectaculares, unos edificios grandiosos. Una pena el teatro estuviese cerrado pq parece ser que está en mal estado.
Asistí a un curso con Gaia de acuarela en el mes de julio. La experiencia fue divertida porque era como estar en un campamento pero siendo adulto. La experiencia podría mejorar mucho si la comida lo hiciera. Por su ubicación, en un valle, suele hacer mucho calor y aún así decidieron ponernos de menú lentejas y al día siguiente cocido. Otro punto a mejorar son las habitaciones, como si fuesen de hospital, y hace mucho calor incluso por la noche. A su favor, que tienen un ventilador en cada habitación.