Sumival 2008
3 opiniones Avinguda del País Valencià, 2, Cullera, Valencia +34 961 72 06 52 www.coferdroza.es Sugerir una edición
03 enero 2023 11:36
Me gusta acudir al comercio local, porque se disfruta de un trato cercano, cordial y personal, se reciben consejos de primera mano de profesionales con experiencia, conocedores del producto que tienen en sus estanterías. Prefiero el trato cara a cara con el vendedor que la frialdad de añadir un producto al carrito en una web, pasar la tarjeta y recibir el paquete en casa en un par de días. Además, me queda la conciencia más tranquila sabiendo que el dinero que gaste en este comercio, va a los bolsillos de una persona trabajadora, que todos los días madruga para levantar la persiana de su local y dar un servicio, que posiblemente se tome un café en el bar de enfrente, contribuyendo a mantener otro pequeño negocio familiar.
Desgraciadamente, es precisamente el factor humano el que se encarga de amargarte la experiencia en casos como el mío.
En septiembre, hice un pedido de una bomba que seleccioné de su catálogo de productos (de unos 100€) además de 50 metros de manguera, he llamado en reiteradas ocasiones para ver si ha llegado, pero tengo la mala suerte de no coincidir con el dueño de la ferretería y este tampoco me devuelve la llamada, no voy a entrar a valorar la demora del pedido, creo que he demostrado sobrada paciencia, quedando una u otra vez en llamar en otro momento. El que no ha demostrado paciencia ni educación es la persona que atiende el teléfono (no daré nombres), y es que ayer, durante la llamada que hice a la ferretería (que va a ser la última), este individuo, tapando mal el micro del teléfono, dijo a su compañero “Es el gilip0llas de la bomba, el que llama casi todos los días”, me quedé bastante descolocado, no quise caer en la bajeza de responderle con un calificativo similar, y no estaba de ánimo como para pedirle explicaciones por el improperio lanzado a mi persona. Pero hoy, digerido el trato recibido ayer, creo que obro bien en contar lo ocurrido en la presente reseña, invitando al dueño del negocio, que realmente no tiene la culpa, a enseñar a sus empleados a dirigirse con educación a sus clientes.
Desgraciadamente, es precisamente el factor humano el que se encarga de amargarte la experiencia en casos como el mío.
En septiembre, hice un pedido de una bomba que seleccioné de su catálogo de productos (de unos 100€) además de 50 metros de manguera, he llamado en reiteradas ocasiones para ver si ha llegado, pero tengo la mala suerte de no coincidir con el dueño de la ferretería y este tampoco me devuelve la llamada, no voy a entrar a valorar la demora del pedido, creo que he demostrado sobrada paciencia, quedando una u otra vez en llamar en otro momento. El que no ha demostrado paciencia ni educación es la persona que atiende el teléfono (no daré nombres), y es que ayer, durante la llamada que hice a la ferretería (que va a ser la última), este individuo, tapando mal el micro del teléfono, dijo a su compañero “Es el gilip0llas de la bomba, el que llama casi todos los días”, me quedé bastante descolocado, no quise caer en la bajeza de responderle con un calificativo similar, y no estaba de ánimo como para pedirle explicaciones por el improperio lanzado a mi persona. Pero hoy, digerido el trato recibido ayer, creo que obro bien en contar lo ocurrido en la presente reseña, invitando al dueño del negocio, que realmente no tiene la culpa, a enseñar a sus empleados a dirigirse con educación a sus clientes.
26 septiembre 2019 8:06
Empleados excelentes, ferretera donde encontraras el 100% de las cosas a muy buen precio.