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Fuimos un domingo. La comida es casera y sabrosa, en un local con cierto encanto, a un precio razonable. El servicio fue rápido y atento. Sin embargo, nos llevamos un chasco al final. Pedimos un menú a compartir para dos personas, más otra bebida y dos cafés (dicha bebida y cafés fuera de menú). Al hacer ese pedido, el camarero no puso ningún problema y de hecho exclamó !Perfecto! Al pagar no nos salían las cuentas, les preguntamos y resulta que sin habernos consultado ni informado habían cobrado dos medios menús en lugar de lo que correspondía, lo que había encarecido la comida en unos 6 euros. Nos indicaron también que no se podía pedir un menú para compartir y que eso lo indicaba en la carta. No era así, pues lo comprobamos bien y no había ninguna indicación así ni similar. Podíamos haber discutido, pero creo que no merecía la pena. Más allá del dinero, creo que hay que ser honesto con el cliente y admitir un error si se ha tenido o avisarle si se pretende modificar su pedido. Por lo demás, la experiencia fue positiva.
Un lugar extraño al que el servicio ayuda, Pedro (creí oir) es la persona que está detrás de la barra pero. ni te habla, ni te mira, ni te ve. Pedimos un menú cerrado (que nos ofrecieron) y a la media hora nos informa (a nosotros y a otras 3 mesas) que no quedan boquerones, diez minutos más tarde se agota el pollo, otro tanto después con el bacalao. Cuarenta minutos después nos cambian por una ensalada mixta de "carretera" y eso si, un magnífico plato, el típico guiso segorbiano que ayuda a enmendar la comida, el resto no vale la pena.
Es una tasca estupenda con buen ambiente y comida casera. Destacar la riquísima olla Segorbina, para los amantes de la cuchara. La camarera simpatiquísima. Buena relación calidad precio. Repetiremos sin duda.
Un lugar bastante rústico y con un personal bastante atento. Bastante recomendable para ir a cenar o ir de picoteo en una buena zona en la semana de fiestas
Después de quedarnos con ganas la última vez que fuimos porque no había sitio, volvimos el sábado para comer. Oferta a mediodía de dos menús, uno de 16 € y otro un poco más caro pero con aún más opciones. Fuimos 2 adultos y una menor. Disfrutamos muchísimo pues pudimos saborear platos de cuchara (olla segorbina, manitas de cerdo) así como carnes (chuletas de cordero), calamares, croquetas caseras pero caseras de verdad, canelones. Raciones muy abundantes, vino de la casa muy rico y un precio más que ajustado. Volveremos para poder probar sus caracoles, rabo de toro, más olla segorbina, lo tigres, su carne a la brasa. ¡Estupendo!
Fuimos a probar el menú degustación pero ha subido de 20 a 25€. Nos quedamos con el menú de fin de semana de 16€. Los primeros, deliciosos. Se echa en falta un poco más de originalidad en los segundos platos.
Hemos comido de menú, cocina casera, buen precio y cantidad suficiente, para nosotros que comemos poco, nos ha sobrado un poco, pero la calidad para mí de 10, servicio excelente trato por parte de los dueños, el local peculiar y acogedor, con historia. Hemos comido de menú, ensalada de entrante, de primeros croquetas varias, jamón York con espárragos, de segundo chuletas de cordero y huevos rotos con jamón, postre, café muy rico y bebida, 16e menú, fantástico, repetiremos, si volvemos por Segorbe. Gracias por el servicio?
Pues el local bien, la terraza en medio de una calle del pueblo, no se puede pedir más, pero la relación precio calidad excelente, unas tellinas y un pescadito frito espectacular, el trato bueno
Una pequeña taberna en lo que en otros tiempos fuera un refugio. Un lugar lleno de pequeñas estancias donde poder disfrutar de sus estupendas tapas, asados o bocadillos. Único inconveniente el guirigay de la gente.
Estuvimos el 14 de abril y comimos de fábula. Exquisita la comida, exquisito trato. Tuvieron el detalle de reservarnos una mesa en un rincón adecuado para nuestra hija con autismo. Recomendado 100%
Sitio emblemático en Segorbe por ser un refugio de guerra, encima se come muy bien y servicio muy rápido, q más se puede pedir. Todo muy bueno sin alaracas, nos encanta ir
La comida correcta, pero ese día tuvieron bastantes platos del menú que simplemente o no estaban o se terminaban sobre la marcha. Tenía mejores expectativas a la vista de los comentarios leídos.
Bajo la apariencia de un pequeño bar de pueblo hay un restaurante casero de los de comer como Dios manda. Pese a ir cargado con dos niños los propietarios nos pusieron todas las facilidades. Los platos son caseros y el propietario cercano. Da gusto encontrar sitios así. Recomiendo la olla segorbina y cualquier plato que lleve huevos fritos.que buenos los hace.
Ha estado perfecto. De entrada nos han permitido estar dentro con nuestro perrito y eso es muy importante y se agradece. Pero es que encima la comida ha estado espectacular y el trato del personal de 10. Muy recomendable. Volveremos
Que gran suerte encontrar este encantador restaurante en Segorbe. El trato un 10 de los camareros, dos hermanos cariñosos y atentos, además de muy profesionales. La comida buenísima y a un precio inmejorable. Además nos dejaron entrar con nuestro perrete. Un plus que no olvidaremos.
Fenómenal todo, muy buena cocina, la comida exquisita y casera. Atención maravillosa de la camarera, cariñosa y atenta. Mucha cantidad y calidad. Recomiendo 100%.
Excelente comida casera, se agradece el cuidado con que te sirven, la rapidez, abundancia y calidad de la comida. El local limpio, acogedor y agradable. Muy buena relación calidad-precio. Altamente recomendable, volveremos.
(leer completo) Soy de Segorbe, pero hacía casi 30 años que no volvía por allí. Echando mano de mis mejores recuerdos decidí enseñarle a mi pareja lo que un día fue mi lugar de reunión favorito. El lugar seguía casi como yo lo recordaba, pero mi sorpresa llegó al descubrir que había cambiado de dueños y eso me produjo una sensación de incertidumbre que debo decir que no duró mucho tiempo. Conocimos a Mavi y Pedro que son la pareja que actualmente regenta el local, y que con su caråcter, saber estar y profesionalidad a los pocos minutos de estar allí me hicieron sentir de nuevo como en casa y les doy las gracias por ello. Mavi es una mujer encantadora y con una mano para la cocina que fácilmente le hace a uno viajar a su infancia entre aquellos recuerdos de la cocina de su madre, y Pedro es un hombre muy atento y amable que aunque en un primer momento pueda parecer demasiado serio, no es sino un gran profesional que trata atender a sus clientes lo mejor posible, y que cuando tiene un par de minutos para darse un respiro no duda en invertirlos también con la gente entablando conversación e incluso bromeando lo cual hace que uno se sienta muy agusto. El lugar ofrece una amplia variedad de tapas y recetas caseras típicas de la comarca que no dejarían indiferentes a los más exigentes, por no hablar del local que con una peculiaridad y peso cultural e histórico como pocos hace que el conjunto alojado en un antiguo refugio de la guerra que incluye un pasadizo que en su día conectaba con el castillo ofrezcan una experiencia no menos que única. Además de sus dos terrazas al aire libre que te permiten acudir con tus mascotas. Por la variedad, calidad, cantidad y cariño con el que se nota que están elaborados sus platos, sin olvidar su oferta de cervezas y buenos caldos, la relación calidad/precio me parece más que justo. También quiero mencionar a Gema que es quien se encarga de ayudar tanto en cocina como sirviendo a los clientes, y agradecerle su simpatía y atención. Por todo esto os doy las gracias por los buenos momentos que paso en vuestra casa. Un saludo y espero vernos pronto. Juanjo R.
Con idea de ir a comer en uno de nuestros restaurantes favoritos en Segorbe decidimos de probar otro lugar, entre las candidaturas la que más nos llamó la atención fue este y fue un gran acierto, todo muy rico y a un precio excelente Con mención especial a la camarera por su atención y buenas energías! Volveremos
¡El CIELO existe y está en el REFUGIO! ¡ Es un placer, disfrutar de todos los sabores de la comarca en un lugar con toda la historia del ALTO PALANCIA!
Menu fin de semana 15 euros, comida típica y buena. Manitas de cerdo muy buenas y la Hoya también.el local es pequeño pero está bien. Muy recomendable. Servicio rápido y muy amables.
Decepcionante, es cierto que hemos ido durante fiestas pero no me parece excusa para un servicio negligente, comida descongelada y lentitud extrema. Pedimos papas bravas que estaban buenas pero el entrecot frío, los calamares de bolsa y el queso en tempura no tiene nada que ver con su nombre. Para que nos diera. La cuenta costó media hora. Local mal insonorizado, salimos huyendo porque un grupo muy descortés no paraba de chillar. Para no volver
Un restaurante muy pequeño, el comedor es muy curioso porque era como si fuera una cueva, nos atendieron muy amables. La sopa estaba espectacular, era una sopa con fideos, jamón serrano, judías blancas y también tenía 2 pelotas de carne, entraba muy bien con el frío que hacía en la calle. También estaban muy buenas las albóndigas de bacalao, que te las servían con patatas y huevo frito. Cocina casera, muy bien cocinada, se agradecía el esfuerzo.
Sitio pequeño pero con su encanto ya que era un refugio de la guerra, la comida está muy buena, se nota casera, y es abundante, no te quedaras con hambre. El menú de fin de semana es de 15€ y te entra pan postre y 1 bebida.
Local pequeñito pero tranquilo, sin mucho bullicio.el comedor está ubicado en un semisótano (antiguo refugio de la guerra civil) el menú de fin de semana son 15 euros, además de una amplia variedad de tapas, bocadillos.etc. La comida rica, casera y abundante. Los 15 euros incluye (entrante a elegir entre ensalada y bravas, primero, segundo, postres, bebiba, café, pan) Recomendable. Personal amable
Excelente restaurante centrado en el tapeo, raciones abundantes y gran calidad del producto sumado a un servicio muy amable y profesional. Precios asequibles.
Excepto los saquitos de marisco (que no sabían a nada), todo buenísimo. Las raciones muy abundantes. Y el postre: bizcocho de naranja con chocolate caliente. INCREIBLE!
Hemos encontrado pelos en la comida. Servicio muy lento y nada profesional. Una mesa resrvada a las 09.30 y nos sirvieron a las 11.30. Y encima sirvieron antes a otras mesas que vinieron más tarde. Ibamos con niños y primero sacaron la comida de los adultos y despues de 15 min la comida de los niños. Fatal. Muy mala organización. Y por supuesto, ni una disculpa. No vale la pena perder el tiempo en ir allí. Hay otros sitios mucho mejores en Segorbe.