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Hay dos personas en mostrador, una mujer y un hombre. Yo me equivoqué con un tema de una matrícula de un ciclomotor histórico, vaya por delante; es más la mujer se puso chula y yo también, pero en cuanto me dí cuenta lo reconocí y pedí disculpas. Desde mi punto de vista aun así, la mujer me resultó pelín borde y hasta el propio compañero la miraba en plan "frena el carro". El hombre que fue quien finalmente me atendió, muy agradable. La mujer yo creo que no sirve para estar de cara al público. En cuanto a la calidad del producto y rapidez, un 10. Quito una estrella por la mujer.